Llora todas las penas, desahógate con tus propios miedos.

Haz que tus lunes sean como un viernes, ponte los tacones más altos que tengas y mira por encima de sus hombros, como si no existiera. Olvídalo, el daño ya está hecho, no puedes hacer nada. Diviértete por encima de cualquier 'pero', no dejes que caigan más lágrimas si no es de la risa. Baila hasta el amanecer como si no volviese a haber más noches. Ríe como si no volviese a haber más días. Enamorarte no es malo, a veces puedes salir ganando, si eliges a la persona correcta. No dejes que nadie escoja tu camino, y sobretodo, valórate a ti misma, porque si no lo haces tú, no lo hará nadie.

Siempre buscamos la forma más fácil de complicarnos la vida.

Tomar una decisión.

No dejar que nadie influya en tu decisión, que nadie te obligue a hacer algo que no quieres. Sentirte libre para que, al hacerlo, sea una decisión que sepas que has elegido bien, porque te gusta, te atrae la idea. Cualquier camino que elijas será el correcto mientas te sientas seguro de ti mismo en el momento de elegirlo. Aprendemos del error, y la caída nos ayuda a reflexionar sobre lo que elegimos, si caernos, o seguir de pie. Hay que esperar para tomar una decisión, hay que olvidar para tomar una decisión. Tenemos que estar seguros de lo que elegimos para que no volvamos a fallar.

Esperar duele. Olvidar duele. Pero el peor de los sufrimientos es no saber qué decisión tomar. - Paulo Coelho.

Elegir entre 'olvidar o perdonar'.

Perdonar es más fácil, perdonas porque echas de menos. Perdonas porque amas. Pero no se olvida, el daño ya está hecho, las lágrimas ya han caído. "El asesino ya cometió el crimen". Primero te vuelve loca con una sonrisa mañanera y sus verdes ojos atractivos. Luego finge que te quiere, que eres lo único para él. Te hace creer que eres su sonrisa de cada día, y cuando menos te lo esperas, es el único que te hace llorar. Después de malgastar sus 'te quiero', te ignora, pasa de ti, te olvida, y se va con otra. Te deja con las ganas de abandonarlo todo, de no seguir adelante, hasta que se lo cuentas a alguien. Alguien que siempre que estás mal te da consejos, que te ayuda en todo lo que puede, hasta cuando él o ella está mal. Siempre está para ayudarte, y su consejo es que le perdones y que le olvides. Sabes que será difícil olvidar el daño, porque ya está hecho. Pero ahora puedes elegir entre cometer el mismo error, o usar la cabeza y no volver a hacerlo. Es más difícil olvidar, y lo de perdonar algunos lo encuentran sobrevalorado. Por eso, aunque tengas que elegir, haz lo más fácil, que es perdonar, porque sabes que no cometerás el mismo error, ni caerás con la misma piedra.

Creerte fue un error.