jueves, 17 de mayo de 2012

Un giro de 180º.

Mientras sigamos fingiendo que nos odiamos, que nos despreciamos, y que nos hicimos daño, no llegaremos a nada. No cuesta tanto enseñarle al mundo lo mucho que nos queremos, y que nos envidien si quieren, porque para éso está el amor. Para envidiarlo, quererlo, llorarlo, recordarlo, odiarlo, despreciarlo, y echarle de menos. Nuestros recuerdos se han teñido de un color fúnebre y oscuro, que impide que veamos lo felices que éramos, cuando, siempre jóvenes y, siempre juntos, íbamos de la mano.





Te reto a imaginar que nos queremos, y que los aviones que pasan forman corazones, sólo para nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario