sábado, 28 de enero de 2012

Una promesa es una promesa.

Me prometiste la luna y las estrellas, y ponerle mi nombre a cada una de ellas. El sol cuando esté triste, para que me ilumine el día; o quizás, sin querer decirmelo y en un trozo de mensaje subliminal; la vida entera. Me prometiste una flor que nunca marchitaría, y me prometiste la amistad cuando ya no hubiera amor. Hoy en día, la luna ha vuelto a su lugar, las estrellas tienen nombre, el sol se ha ido apagando lentamente, la flor ha marchitado y tu amistad no la tengo.


2 comentarios:

  1. A veces prometemos cosas que no cumplimos.
    Prometemos demasiado, sin pararnos a pensar.
    Decimos "te quiero" demasiadas veces, aunque no lo sentimos realmente.
    No sé si tendrá algo que ver con la entrada, pero es lo que me ha inspirado.
    Un beso :)

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  2. Cierto , aveces prometemos sin ponernos a pensar que igual no vamos a poder cumplir nuestras promesas pero bueno.. somos asi.. , me encanto la entrada! Muchos besazos :)
    http://unpaismasalladelaimaginacion.blogspot.com/

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